Vamos a trabajar contigo en la misma dirección que tu organismo, vamos a ayudarte a recuperar las «Fuerzas auto-curativas» con que te ha dotado la Naturaleza
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¿Tiene tu hijo mecanismos de auto-defensa? ¿Es necesario tomar medicinas para resolver los problemas de salud
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¿Cómo se pueden evitar o superar las enfermedades habituales de la infancia? ¿Qué son las fuerzas auto-curativas de la naturaleza?
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¿Quien propuso estas teorías de auto-defensa? ¿ Porqué las hemos olvidado?
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¿Qué diferencias hay entre la medicina farmacológica y la Terapia Nutricional?
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¿Quieres que estimulemos las fuerzas auto-curativas que la naturaleza ha proporcionado a tu hijo?
¿Tiene tu hijo mecanismos de auto-defensa? ¿Es necesario tomar medicinas para resolver los problemas de salud.
Todos los seres humanos tienen mecanismos internos que los protegen y los ayudan a reparar las agresiones del medio externo o las lesiones originadas por agentes traumáticos.
Hay mecanismos de reparación interna, cuyo funcionamiento es necesario para mantener la integridad física. El organismo humano se está renovando continuamente, haciendo desaparecer las células moribundas que han terminado su función, y creandando nuevas células que sustituyen a las anteriores.
Tenemos sistemas muy complejos de reparación, que ayudan a mantener la integridad del organismo humano.
El sistema de coagulación de la sangre repara las heridas o las lesiones de los tejidos.
El sistema inmunitario discrimina a las bacterias, permitiendo su presencia a las que tolera y presentando batalla a las no deseables.
El sistema metabólico y endocrino regula los mecanismos energéticos y de comunicación celular.
El sistema de limpieza elimina los desechos celulares y los restos de material inservible o no utilizados.
¡Cuando un mecanismo de estos falla, los seres humanos tenemos un grave problema!
Todavía no se conocen en profundidad estos mecanismos, de modo que si un sistema reparador falla, tenemos muy complicado sustituir al organismo en su función reparadora.
Sería muy difícil sustituir al sistema reparador del organismo en una herida o en una fractura ósea. Tras un periodo reparador, la herida habrá cicatrizado y la fractura ósea se habrá reparado hasta su consolidación.
Si nos falla el riñón o el hígado, resultaría muy complicado sustituir su función depurativa. Igualmente ante una infección microbiana, sería muy difícil defenderse si el sistema inmunitario no funciona adecuadamente.
No serían suficientes los cuidados médicos, ni los antibióticos si nuestra propia naturaleza fracasa en su cometido reparador y defensivo.
La mayoría de los problemas de salud habituales, tienen una solución prevista por parte de nuestra propia naturaleza, y nuestra función como sanitarios es descubrir que necesita nuestro organismo para realizar correctamente su función defensiva o reparadora.
Ir en la misma dirección que nuestro organismo, ayudándole a resolver los problemas de salud que se presenten.
Los fármacos a menudo corto-circuitan o alteran mecanismos saludables que deberían ser respetados, puesto que son el remedio que la naturaleza ha previsto para solucionar estas dificultades.
Ante un tejido inflamado por un golpe, el organismo intenta dar acceso a células reparadoras y defensivas como los leucocitos y los macrófagos, para que pueda limpiarse de restos destruidos y recuperar la función inicial.
¿Quién somos nosotros para dar un anti-inflamatorio?
No deberíamos recurrir a las medicinas con tanta facilidad. No siempre tienen efectos adecuados ni saludables.
A menudo desconciertan al organismo yendo en dirección contraria a sus directrices sanatorias. En otras ocasiones no sirven para la función que se pretendía y producen efectos no deseables o claramente adversos.
No estamos hablando contra el uso racional de las medicinas, sino contra su abuso y contra el desinterés por conocer las “fuerzas auto-curativas o reparadoras de la naturaleza”.
¿Cómo se pueden evitar o superar las enfermedades habituales de la infancia? ¿ Que son las fuerzas auto-curativas de la naturaleza?
La mayoría de las enfermedades infantiles son originadas por deficiencia de los mecanismos reparadores y defensivos del organismo.
Si el sistema defensivo y reparador se encuentra en buenas condiciones, sabrán defenderse adecuadamente de las agresiones externas habituales que afectan a la infancia.
Las agresiones bacterianas no son la causa de la aparición de las enfermedades infecciosas, como a menudo se cree en la asistencia sanitaria actual, sino que lo más importante es el sistema defensivo y reparador del organismo.
Si se han creado buenas barreras defensivas y sistemas de desmontaje estratégico contra los agresores habituales, estos tienen poco que hacer ante unas murallas tan bien plantadas.
Es el sistema reparador y defensivo que solo entendemos parcialmente, que se escapa a nuestro conocimientos, que no controlamos adecuadamente, que está sustentado en lo más profundo de nuestra genética, y que responde cuando aparecen dificultades y agresiones contra la integridad corporal.
Estas fuerzas reparadoras y defensivas que salen de lo profundo del ser, constituyen las “fuerzas auto-curativas de la naturaleza”.
¿Quien propuso estas teorías de auto-defensa? ¿Porqué las hemos olvidado?
En el año 460 a.C. nació Hipócrates, médico griego en la isla de Cos, hijo y nieto de médicos, fundó una escuela basada en estos principios.
Su doctrina se basaba en la recuperación de la salud a partir de una buena alimentación, aire puro, higiene y ejercicio. Uno de sus aforismos lo tenemos hoy todavía muy presente: “primun non nocere” (lo primero no dañar).
Durante muchos siglos fue la medicina predominante y sus discípulos crearon el “Corpus Hippocraticum”, que fue utilizado en las escuelas de medicina hasta bien entrado el siglo XIX.
La medicina hipocrática se basaba en la “Vis medicatrix naturae”, o “Poder curativo de la naturaleza”.
Según estos principios el organismo tiene poder intrínseco para sanarse y cuidarse. La terapia hipocrática se basaba en facilitar este proceso natural. Se centra en las causas que originan la enfermedad y en como facilitar al organismo la resolución de sus afecciones.
«Hippocrates». Publicado bajo la licencia Dominio público vía Wikimedia Commons –
¿Qué diferencias hay entre la medicina farmacológica y la Terapia Nutricional?
La medicina hipocrática y su filosofía fueron cayendo en desuso, siendo criticados principalmente por la pasividad en el tratamiento.
Los enfermos se trataban en un ambiente de paz y sosiego, con una buena alimentación y aire puro, con cuidados higiénicos y ejercicio físico.
¡Mucha dedicación y mucho tiempo para los ajetreados tiempos modernos!
La medicina actual es mucho más intervencionista, buscando un diagnóstico y un tratamiento farmacológico que revierta los síntomas de la enfermedad lo más rápidamente posible.
A la medicina actual le interesa el diagnóstico y el tratamiento farmacológico, pero prescinde de las causas que lo han originado. No resuelve el problema de fondo, sino que se centra en hacer desaparecer o disminuir los síntomas que produce la enfermedad.
¿Quieres que estimulemos las fuerzas auto-curativas que la naturaleza ha proporcionado a tu hijo?
Nuestro modo de entender la enfermedad se acerca a las posturas hipocráticas. Aunque sin desdeñar los incontestables avances de la pediatría farmacológica.
Desde la Pediatría Nutricional proponemos una nueva manera de alimentarse y de prestar atención al estilo de vida.
No tenemos que esperar a que los niños se pongan enfermos para iniciar la Terapia Nutricional.
Si cuidamos la alimentación y las circunstancias que rodean a tu hijo, podremos asegurar que estamos estimulando a la «Vis medicatrix naturae o Fuerzas auto-curativas de la naturaleza».