La Medicina Nutricional se ocupa del estudio de las enfermedades y de su modo de afrontarlas desde el punto de vista de la alimentación y del estilo de vida
Nuestras convicciones
La mayoría de las enfermedades que actualmente padecen los «países ricos u occidentales», podríamos agruparlas entre las denominadas «enfermedades de la civilización occidental», y están aumentado considerablemente su prevalencia.
Entre las enfermedades de los adultos destacan la obesidad, el síndrome metabólico, la hipertensión, las enfermedades cardio-vasculares, las enfermedades bronco-pulmonares, la osteoporosis, el cáncer, y un largo etcétera.
Entre las enfermedades infantiles destacan el sobrepeso, el asma infantil, los catarros de repetición, la otitis, la sinusitis, la obstrucción nasal, la hipertrofia de amígdalas y vegetaciones, la inapetencia, los dolores abdominales, las molestias digestivas, y otro largo etcétera.
Todas ellas se relacionan con los cambios en el estilo de vida y en particular con los enormes cambios acaecidos en la alimentación humana. Son muchos los estudios de investigación que han visto una relación directa entre el desarrollo de estas enfermedades y una alimentación inadecuada a las características del ser humano.
Se ha podido comprobar en numerosos estudios de investigación, que estas enfermedades pueden revertir, mejorar y curarse con una alimentación correcta, basada en Dietas Tradicionales.
Nosotros también estamos haciendo nuestras comprobaciones en este sentido y desde hace años estamos aplicando Terapia Nutricional en nuestra consulta de Pediatría Nutricional con excelentes resultados
La Dieta Tradicional del área Mediterránea que hemos venido disfrutando desde tiempos inmemoriales, ha sido modificada e industrializada.
No hemos caído en la cuenta de que esta manipulación de la industria ha alterado las propiedades de los alimentos completos o integrales, y por tanto los ha desnaturalizado, haciéndolos inservibles para el mantenimiento de la salud y sin que las autoridades sanitarias hayan tenido motivación o intención de intervenir con eficacia para evitarlo.
Como nos iniciamos en la Medicina Nutricional
Llevamos casi diez años trabajando con Medicina Nutricional. Hemos realizado estudios de investigación que han sido publicados o están en vías de publicación de las diversas patologías prevalentes en pediatría de Atención Primaria.
La mayoría de las enfermedades que vemos en la consulta, no son producto de agresiones infecciosas o reacciones alérgicas o desajustes intestinales, sino de falta de respuesta adecuada por parte del organismo infantil.
Hemos podido comprobar la buena respuesta terapéutica a simples adecuaciones nutricionales. Cada vez estamos más convencidos de que la mayoría de las enfermedades tanto infantiles como de adultos, son más bien producto de una deficiencia en los mecanismos de auto-sanación que de una agresión de micro-organismos, deficiencias genéticas u otras patologías.
Sin duda, la farmacología ha resuelto muchos de nuestros problemas terapéuticos, y hemos obtenido avances importantísimos en el control de las enfermedades, pero hemos sobrepasado el límite de lo razonable.
Hemos llevado la Terapia Farmacológica al encumbramiento, a límites casi sobrenaturales, hasta el punto de haber perdido el sentido común, estando muy cerca de volver a la medicina mágica que realizaban los chamanes, al creer que en cada fármaco hay una sustancia casi milagrosa, que cura mágicamente a cada enfermedad con la toma de un jarabe o una pastilla misteriosa.
Hoy día se tiende a asociar un producto farmacológico, con cada una de las enfermedades. Y mucha gente está como loca buscando ese producto que pueda hacerles famosos y ricos o curarles su enfermedad.
Un fármaco que cure el cáncer, otro que cure el dolor de cabeza, otro que cure el exceso de colesterol, el sobrepeso, etc.
Olvidando que interfieren en los mecanismos correctores del organismo y que son la causa de numerosos efectos secundarios.
La tercera causa de muerte en nuestra sociedad está originada como consecuencia directa o indirecta de intervenciones terapéuticas de la medicina oficial.
Esto sin contar la enorme cantidad y variedad de complicaciones que originan en el organismo que se quería sanar. ¡No es una barbaridad!
Realmente nos hemos alejado enormemente del sentido común y de lo razonable.
Mi impresión personal es que nos estamos acercando mucho más a la Magia que de la Ciencia.
Sobre todo teniendo en cuenta que la Terapia Farmacológica tiene su fundamento en la corrección de problemas que han sido provocados por la insidiosa manipulación y descontrol de los alimentos.
Esto no es un alegato contra la medicina farmacológica, que sin duda ha aportado innumerables días de gloria a la ciencia médica.
Es un alegato contra los excesos. Nos hemos pasado de la raya un montón. Tenemos que ser más prudentes.
No somos contrarios a la medicina farmacológica oficial o convencional, que llevamos practicando desde que iniciamos la especialidad, sino que hemos considerado que es más importante prevenir que curar.
Con la medicina nutricional actuamos de modo complementario y preventivo.
Es razonable iniciar una terapéutica con fármacos, para detener una infección descontrolada o un bronco-espasmo intenso, etc.
Simplemente son situaciones a las que no deberían haberse llegado.
El mal está hecho, y no tenemos más remedio que acudir a terapias farmacológicas muy eficaces en el tiempo, que nos sacan momentáneamente del apuro.
Pero no resolvemos el problema de fondo, es decir las causas que originaron la enfermedad, por lo que si no lo corregimos, volverán a reproducirse.
Entonces es cuando descubrimos el potencial de la medicina nutricional.
En principio no hemos extendido nuestra manera de ejercer la medicina a todos los pacientes que acuden a la consulta, sino únicamente a aquellos que tienen problemas de salud repetitivos.
Hemos querido ser prudentes con nuestros postulados.
Estamos esperando a que los demás compañeros que ejercen la medicina empiecen a confirmar nuestra manera de entender la salud.
Hay que centrarse en las causas que originan las enfermedades, no en los síntomas.
Cuando un paciente llega a la consulta con síntomas recurrentes, angustiado por la supuesta deficiencia defensiva y generalmente hípermedicado, acepta de buen grado las orientaciones que les damos, sobre su conducta a seguir con respecto a la alimentación.
No modificamos inicialmente el tratamiento farmacológico convencional, únicamente le hacemos un Informe Nutricional y a partir de ahí, iniciamos la Terapia Nutricional.
La buena respuesta terapéutica a los cambios alimenticios, hace que poco a poco vayan desapareciendo los síntomas y reduciendo hasta su eliminación los medicamentos.
Desaparecen los bronco-espasmos del asma infantil, desaparecen las complicaciones catarrales, desaparecen las molestias digestivas, desaparece la obstrucción nasal y disminuye el tamaño de las amígdalas, aumenta la sensación de auto-defensa del organismo con menor afectación sintomática, menos fiebre, menos tos, menos mocos, menos días de recuperación.
Queremos trasmitiros en este texto nuestro respeto a la medicina convencional de la que nos hemos servido durante muchos años, y que seguimos aplicando, únicamente señalar que hemos ido añadiendo poco a poco y respetuosamente nuestras convicciones nutricionales.
En todo caso estamos seguros de que no estamos provocando efectos secundarios ni patología añadida en los pacientes infantiles.
Estamos enseñando a comer bien, al modo tradicional, con nuestro programa de educación alimenticia «Aprendiendo a comer del mediterráneo» y todo ello basado en una dieta que tiene merecido reconocimiento: La Dieta Mediterránea Tradicional.
Autor: Fernando Calatayud Sáez
Pediatría Nutricional en Ciudad Real.
Trabajo codo con codo con una nutricionista, mi hija: Blanca Calatayud Moscoso del Prado.
Estamos estudiando la relación entre las enfermedades infantiles y el abandono de la Dieta Mediterránea Tradicional.
Nunca la Pediatría y la Nutrición estuvieron tan cerca.
Autor de la web y del blog: pediatríanutricional.com,
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