Reflexiones de un pediatra veterano ante un niño enfermo: Dedicado a  todos los padres y cuidadores que se apuran cuando sus niños enferman. Y en especial a Julia y Pablo que han sido padres (y yo abuelo) por primera vez.
Fernando Calatayud Sáez: pediatrÃanutricional.com
No le tengáis miedo a la fiebre de vuestros hijos
es simplemente una alarma,
que nos pone en guardia,
de una acción reparadora y defensiva de su organismo.
No le tengáis miedo a su decaimiento
y a su malestar temporal,
es la única forma que tiene su cuerpo de pararles los pies,
y obligarles al descanso.
¡Estamos de reparaciones!
No le tengáis miedo a los mocos,
son una respuesta a las agresiones aéreas
que vienen del exterior,
y defienden la mucosa respiratoria.
No le tengáis miedo a la tos,
se trata de un mecanismo que ayuda
a expulsar las mucosidades y objetos extraños
que dificultan la respiración
No le tengáis miedo a los vómitos,
son la mejor manera de expulsar
lo que les ha sentado mal
y de vaciar su aparato digestivo,
para que se tome un descanso reparador.
No le tengáis miedo a la diarrea
es la forma que tiene el organismo
de eliminar lo que ha podido hacerle daño
y desea desprenderse de ello.
Si a algo hay que tenerle miedo
será a los alimentos incorrectos
que alteran los mecanismos fisiológicos de su organismo
como ocurre con el sistema inflamatorio
que pierde su función limpiadora
y reparadora
o el sistema inmunitario sobrecargado
que debilita su función defensiva.
Si acaso hay que tener miedo
será a los alimentos manipulados,
comerciales y ultra-procesados
que han modificado las propiedades originales,
y confunden a los sistemas de reconocimiento.
Debéis tenerle miedo a las bebidas industriales,
que ensucian y agreden a sus cuerpecitos,
con su sobrecarga de azúcar y de aditivos.
Podéis tenerle miedo al sedentarismo
a la falta de juego y de ejercicio,
a los video-juegos, a los móviles, a la tele-adicción,
a la incomunicación de las redes sociales.
Más bien tenedle miedo a la contaminación
y a los aires impuros,
que ensucian sus pulmones
e intoxican sus sistemas defensivos.
Tenedle miedo a los productos quÃmicos
pesticidas y plaguicidas que invaden la Tierra
con escaso control de las autoridades
desaparecidas en el desencanto.
También tenedle miedo al abuso de fármacos y medicinas
que se utilizan sin fundamento,
a sus efectos secundarios,
y a sus frecuentes riesgos de intoxicación.
Ayudadles a descansar, sin obligarles a ello,
no les gustan las imposiciones.
Favoreced la tranquilidad y el silencio,
para evitar los estÃmulos que les alteran.
Permitidles ayunar, no tendrán apetito,
dejad que su sistema digestivo descanse
y ahorre energÃa, hasta que os den la señal,
cómo el amanecer de un terremoto.
Ofrecedles agua fresca, sopitas e infusiones,
para que realicen su función limpiadora y reconstituyente.
Ofrecedles alimentos ligeros, que se asimilen bien,
y sean fácilmente digeribles, como frutas y purés de verduras.
Ayudadles a transpirar el sudor
y a controlar su temperatura con paños húmedos.
Y cuando el proceso curativo y reparador haya finalizado,
No volváis a ensuciar su organismo,
con alimentos y bebidas inadecuadas,
alejadas de la Dieta Tradicional,
Elegid los alimentos que nos ha asignado la naturaleza,
y para los que hemos sido diseñados,
seguid la Dieta Patrón,
que en nuestra zona se llama
Dieta Mediterránea Tradicional.
Dadle alimentos de primera calidad,
frescos y de temporada, preferiblemente locales.
Desconfiad de las envolturas y cáscaras de plástico,
los alimentos naturales y sanos
tienen envolturas biológicas.
Aprended de la lactancia materna
que no es que sea la mejor, es la normal,
la que corresponde, la que tiene sentido.
A demanda, sin forzar, sin presión
sin saber cuantos gramos toma,
eso corresponde a su autonomÃa,
y asà con todos los alimentos
saludables, por siempre jamás.
Desconfiad de los alimentos procesados,
están diseñados para obtener beneficios económicos.
Desconfiad de los alimentos industriales,
aunque estén diseñados para la infancia,
adolecen de calidad.
Ahora es cuando vuestro hijo os necesita,
atendedle y confiad siempre en vuestro instinto maternal.
Ayudadles a superar su enfermedad con dedicación,
y con cuidados de enfermerÃa,
por si no os habÃais dado cuenta,
el cariño cura.
Tu cariño y tu dedicación
son la mejor medicina que podemos darle.
No dejes de abrazarle y de besarle
y si puedes y se encuentra algo mejor
hazle sonreÃr.
Autor: Fernando Calatayud Sáez
PediatrÃa Nutricional en Ciudad Real.
Trabajo codo a codo con una nutricionista, mi hija Blanca Calatayud.
Estamos estudiando la relación entre las enfermedades infantiles y el abandono de la Dieta Mediterránea Tradicional.
Dirección de la web y del blog: pediatrÃanutricional.com