8 alimentos inadecuados que no deberÃan tomar los bebés y niños pequeños. Para promover la salud, tan importante es comer bien, como evitar los alimentos sospechosos.
 Enfermedades de la sociedad occidental
El sobrepeso y la obesidad, están cerca de afectar a la mitad de la población infantil. Unas cifras que producen desasosiego y vergüenza en una sociedad avanzada como la nuestra.
Sabemos a ciencia cierta, que la inadecuada alimentación es un factor fundamental en la mayorÃa de las  «enfermedades de la sociedad occidental», tal como la diabetes, las enfermedades cardio-vasculares, el cáncer, las enfermedades degenerativas, etc.
A nuestro juicio – y estamos investigando en ello – la mayorÃa de las enfermedades infantiles son también promovidas por una mala alimentación. Los productos alimenticios industriales ocasionan un desequilibrio estructural, alterando la respuesta inflamatoria y una insuficiente defensa inmunológica.
No son los agentes patógenos los principales culpables de las enfermedades infantiles, sino la falta de respuesta defensiva del organismo, que ha sido des-estructurada por una deficiente alimentación.
¿Qué alimentos no son adecuados para los bebés?Â
A continuación os vamos a exponer un listado de alimentos discutibles en la alimentación del bebé y de los niños pequeños que han conseguido hacerse sitio en el menú infantil por la presión industrial.
La industria y el poder sugestivo del marketing han conseguido desplazar al alimento tradicional que tomaban los bebés junto a sus familias.
La dieta tradicional, que en nuestra zona es la dieta mediterránea, está siendo paulatinamente abandonada. Los alimentos naturales frescos, fermentables y de temporada están siendo sustituidos por alimentos industriales, imperecederos, no fermentativos y altamente procesados.
1.- Leches adaptadas o maternizadas
Actualmente está apareciendo abundante bibliografÃa en favor de la lactancia materna como alimento natural más importante y de más calidad en los primeros años de vida. La leche materna no es que sea la mejor opción, sino que es la más natural y lo normal.
Los alimentos que toma una madre no se parecen nada a los que toma una vaca. La madre toma alimentos de calidad y nos preocupamos de escoger los más adecuados. Incluso se limitan los sospechosos de trasmitir enfermedades. ¿Se parecen estos alimentos a los que toman las vacas? Tampoco la leche es parecida, ni sus componentes, por lo que su sustitución es una grave pérdida cualitativa.
La ausencia de lactancia materna es una verdadera calamidad, ya que las leches adaptadas o maternizadas están altamente procesadas, contienen gran cantidad de proteÃnas antigénicas y carecen de multitud de factores nutricionales imprescindibles para la promoción de la salud infantil.
Actualmente la industria está intentando copiar el patrón de leche materna, pero aún dista mucho de conseguirlo. Las proteÃnas de la leche de vaca son muy diferentes a las proteÃnas de la leche materna. Su consumo se relaciona con frecuentes enfermedades alérgicas, inflamatorias e intolerancias. (ampliar aquÃ).
Hidrólisis de las proteÃnas y oligosacáridos añadidos
La industria está intentando hidrolizar las proteÃnas de la leche de vaca, para que puedan parecerse a la materna. Pero todavÃa no han conseguido replicar adecuadamente sus cadenas de aminoácidos. Han creado la leches hidrolizadas y han promovido estudios en los que se aprecia una disminución de las enfermedades alérgicas. Queda mucho camino hasta conseguir una correcta hidrólisis enzimática de las proteÃnas de la leche de vaca, para evitar las intolerancias, y la sobrecarga inmunitaria.
También está intentando aportar los oligosacáridos que contiene la leche materna. Se ha comprobado que son fundamentales en las defensas orgánicas actuando como reguladores de la flora intestinal. Solo se han conseguido sintetizar un pequeño porcentaje, de 200 oligosacáridos que hay en la leche materna (HMOs) sólo se han sintetizado dos. (ampliar)
Las grasas de la leche de vaca, tampoco son similares a la materna, excediendose en grasas saturadas.
La leche materna contiene fermentos y enzimas especÃficos que ayudan a su digestión. También en las leches adaptadas se están añadiendo probióticos, pero todavÃa falta mucho para poder emularla.
Las proteÃnas de la leche de vaca son muy antigénicas
Creemos que las leches adaptadas, maternizadas y ultra-procesadas, están detrás de la alta incidencia de enfermedades inflamatorias de la infancia: Asma bronquial, dermatitis atópica, enfermedades infecciosas repetitivas, hipertrofia adenoidea y amigdalar, obstrucción nasal persistente, etc.
Cada vez hay más investigadores que ponen en duda la asimilación de las proteÃnas de la leche de vaca. Cada vez se hidrolizan más las proteÃnas. Nuestros estudios clÃnicos van en la misma dirección, y hemos encontrado mucha mejorÃa clÃnica, por el simple hecho de alargar la lactancia materna sin añadir otros lácteos o sustituir la leche de vaca por lácteos fermentados o bebidas vegetales.
En el Decálogo de la Fundación de la Dieta Mediterránea en su punto 5 dice textualmente: «Consumir diariamente productos lácteos, principalmente yogur y queso». Nosotros añadirÃamos que de cabra y oveja, que son nuestros animales de referencia. Y sólo cuando los lactantes hayan dejado de tomar leche de su madre.
2.- Papillas de cereales lacteadas y azucaradas industriales
La mayorÃa de las papillas industriales están hechas con leche de vaca adaptada, harinas refinadas y con altos niveles de azucares añadidos. Además de estos inconvenientes se añade un alto Ãndice glucémico que no es adecuado para los lactantes. (ampliar aquÃ)
Son preferibles los cereales completos integrales: – Sin gluten. Como el arroz, el maÃz o la quinoa (puedes cocerlos y triturarlos, usar sémola de arroz o darle arroz cocido en pequeñas porciones, si hacéis la «alimentación guiada por el niño» (Baby Led Weaning). – Con gluten. Copos de avena, harina de trigo o espelta integral o semi-integral (pan, pasta, sémola, cous-cous, sopas de pan, gachas, etc.). Puedes ampliar más información en este post del Dr. Gabriel Ruiz (aquÃ) o en este, de la nutricionista LucÃa MartÃnez (aquÃ).
3.- Galletas, cereales de desayuno y bollerÃa industrial
Estos alimentos son casi todos de baja calidad, mejor evitarlos. Altos en azúcares simples, con harinas refinadas, grasas de mala calidad como el aceite de palma, huevina, colorantes, conservantes, etc. Salvo que los hagáis en casa con ingredientes saludables o bien cuando la industria alimentaria comience a dar importancia a la calidad. Ver lo que dicen los nutricionistas Julio Basulto (aquÃ) y Laura Saavedra (aquÃ)
4.- Potitos de verdura y de fruta
Son alimentos que han perdido en el proceso industrial gran parte de sus componentes, como fermentos, enzimas, vitaminas, minerales, etc. Son productos alimenticios fundamentalmente energéticos y no son adecuados para utilizarlos habitualmente, aunque pueden ser utilizados ocasionalmente. Ver lo que dice Pharma 2.0 (aquÃ)
5.- Zumos o licuados de fruta y verdura
Tanto los industriales como los caseros originan una liberación de azúcares libres excesiva, elevando el Ãndice glucémico. Son preferibles las frutas enteras o en papilla con toda la fibra y resto de componentes. Ver lo que dicen los nutricionistas Julio Basulto (aquÃ) y Juan Revenga (aquÃ)
6.- Lácteos azucarados
Tomando leche materna no tiene ninguna ventaja utilizar lácteos fermentados y si inconvenientes. No hay por qué añadir azúcares a los yogures y quesos, práctica habitual de la industria.
En caso de estar tomando leche adaptada, se pueden sustituir tomas de leche por yogures naturales y queso fresco a partir del 7º-8º mes, pero sin duplicar las raciones. En todo caso son preferibles los lácteos fermentados procedentes de cabra y oveja, sin azúcares añadidos y sin abusar de ellos por su alto contenido en grasas y proteÃnas de origen animal. Ver aquà lo que nos dice la nutricionista Silvia Romero
7.- Exceso de alimentos de origen animal
El exceso de carnes, embutidos y otros alimentos grasos y proteicos de origen animal en la alimentación infantil ha sido desprestigiado por la OMS. Hay que limitar las cantidades de proteÃnas y grasas animales a dÃas alternos o menos y preferiblemente pollo, pavo o conejo. Las carnes rojas, los derivados cárnicos como salchichas, nuggets y embutidos están siendo «investigados» por ocasionar problemas de salud como el cáncer.
Los huevos y el pescado sin prisa, mientras se esté tomando leche materna y también con moderación. El estudio Alsalma  concluye que el 95% de los niños españoles de 0 a 3 años ingiere diariamente una cantidad de proteÃnas cuatro veces superior a la recomendada.
8.- Alimentos procesados y ultra-refinados. Alimentos basura.
Estos alimentos son la suma de todos los errores antes mencionados: altos en azúcar y en cereales refinados, altos en sal, aceites y grasas industriales de mala calidad. Han perdido su frescura y no fermentan espontáneamente, son casi indestructibles.
Tienen escasez de fermentos, anti-oxidantes, vitaminas y minerales. Presencia de aditivos, colorantes y conservantes. Muchos de ellos contienen disruptores endocrinos, que alteran las señales de comunicación de nuestro organismo. Por todo ello, bien se puede llamar a los componentes de este grupo, alimentos basura.
Hemos ampliado más datos en referencia a la leche de vaca en el siguiente link: Desayuno y leche de vaca: Una historia de colonización industrial.
Autor: Fernando Calatayud Sáez
PediatrÃa Nutricional en Ciudad Real.
Trabajo codo a codo con una nutricionista, mi hija Blanca Calatayud.
Estamos estudiando la relación entre las enfermedades infantiles y el abandono de la Dieta Mediterránea Tradicional.
Dirección de la web y del blog: pediatrÃanutricional.com