Nuevas maneras de interpretar la enfermedad infantil: Los pediatras acertamos generalmente en el diagnóstico, pero hemos errado al interpretar su significado y en la manera de realizar el tratamiento.
Queremos compartir con nuestros compañeros de la medicina y la salud unas nuevas maneras de interpretar la enfermedad infantil. En la actualidad, la pediatría se centra en el tratamiento de los síntomas que originan las enfermedades. No en las causas que las originan.
El tratamiento farmacológico va dirigido a eliminar los síntomas que nos aquejan. No ponemos atención a las causas que originaron la enfermedad. La medicina preventiva está absolutamente abandonada.
¿Cuales son las enfermedades infantiles más frecuentes?
Las enfermedades más frecuentes en la práctica diaria de pediatría son las enfermedades inflamatorias, tanto las que afectan a la mucosa respiratoria como a la mucosa digestiva.
La inflamación de la mucosa respiratoria origina enfermedades como rinitis, rino-sinusitis, rino-faringitis, faringo-amigdalitis, otitis, bronquitis, etc.
La inflamación de la mucosa digestiva es la causante de las gastritis, gastro-enteritis, colitis, estreñimiento, dolor abdominal recurrente, enfermedad inflamatoria intestinal, etc.
La mayoría tienen el sufijo “itis” que quiere decir inflamación y por tanto el sufijo más el organo afectado, dan significado al motivo de la enfermedad.
La inflamación es la base de todas las enfermedades
La inflamación de los distintos órganos ocasiona síntomas locales como dolor, enrojecimiento, irritación, acaloramiento, tumefacción, agrandamiento de los ganglios locales defensivos. Asimismo otros síntomas más específicos de cada enfermedad, como mucosidad, tos, afonía, congestión, diarrea, etc., que según sus características nos ayudan a diagnosticar el proceso.
Se ha asociado esta inflamación a la acción de agentes procedentes del exterior. Como las enfermedades infecciosas que invaden las mucosas respiratorias y digestivas ocasionando un proceso inflamatorio que da nombre a la enfermedad.
Son multitud los virus, bacterias y hongos que han sido implicados en estas afecciones y por tanto es frecuente referirse a ellos como los causantes de la enfermedad. Por ejemplo rinovirus, adenovirus, estreptococos, neumococos, salmonellas, cándidas, etc.
Por tanto, el tratamiento cuando ha sido necesario, se basa en combatir al agente exterior. A los gérmenes que ha causado la inflamación y para ello se han utilizado los antibióticos, los antivíricos y los antifúngicos.
Hemos cometido un error grave de interpretación
Los síntomas son la respuesta del organismo frente a los agentes infecciosos. La fiebre no la producen las infecciones, sino el propio organismo para defenderse de ellas. El conjunto de síntomas que se producen, son la respuesta del organismo frente a los agresores y su conjunto configuran el cuadro clínico de las distintas enfermedades.
La inflamación no está originada por los microorganismos, sino que son originadas por una respuesta del organismo frente a los agentes desencadenantes.
Los agentes infecciosos son los agentes desencadenantes de la enfermedad y la respuesta inflamatoria del organismo es la que causa los síntomas de la enfermedad.
¡No es lo mismo, ya que el tratamiento tampoco es igual.!
Es una diferencia muy sutil, pero tiene una enorme importancia
Su comprensión va a darnos luz y va a cambiar el modo de actuación terapéutica.
Si nos enfrentamos a agentes infecciosos, nuestra respuesta será utilizar eficaces y potentes fármacos anti-microbianos.
Si nos enfrentamos a alteraciones en los mecanismos de la inflamación, o de la inmunidad o de la microbiota, el tratamiento consistirá en ofrecer a nuestro organismo todo lo que necesita para reponer sus deficiencias.
Le proporcionaremos los materiales para que pueda defenderse adecuadamente de los agentes desencadenantes y que todo vuelva a funcionar correctamente.
Trataremos de mantener equilibrado al sistema inflamatorio, para que cuando accedan los agentes infecciosos, tengan una respuesta defensiva óptima.
De esta manera anularemos la capacidad de los gérmenes para generar híper-respuesta local y general. Agentes microbianos por otro lado, que son comensales habituales de las mucosas corporales.
Hemos confiado demasiado en nuestro poder de intervención con medicinas.
Los fármacos resuelven aparentemente una gran cantidad de situaciones comprometidas, pero no conocemos bien qué mecanismos estamos interrumpiendo.
Cuando se inicia la cascada inflamatoria, nosotros la cortamos con fármacos anti-inflamatorios. Actuamos en contra de nuestro propio organismo, desautorizando su quehacer innato.
¿Realmente sabemos lo que estamos haciendo?
Obtenemos un efecto inmediato, ya que desaparecen los síntomas, pero paralizamos los mecanismos limpiadores y resolutivos del organismo. Interrumpimos la inflamación que es el arma terapéutica por excelencia. El problema de fondo persiste y por tanto volverá a manifestarse.
Seguirá reactivándose la inflamación en las mucosas de manera repetitiva.
Hemos obviado la respuesta que genera el organismo frente a las infecciones.
El organismo sabe defenderse y controlar a los gérmenes que viven con nosotros en la proximidad de las mucosas.
Pero que ocurre, si el sistema inflamatorio se dispara inadecuadamente por errores en su calibración. Está híper-reactivo y reacciona en exceso frente a pequeñas agresiones.
Si el sistema inflamatorio está mal calibrado o se le silencia con fármacos anti-inflamatorios, dará lugar a la repetición de los síntomas una y otra vez.
Nuestra intención terapéutica debería ser la de proporcionar al organismo todo aquello que le permita realizar una buena defensa de la situación y una buena respuesta inflamatoria.
Significa confiar en su cometido y apoyar sus intenciones de alcanzar el equilibrio.
¿Cuáles son las causas del desequilibrio inflamatorio?
Nuestros conocimientos en pediatría de atención primaria, no nos permite estudiar en profundidad las alteraciones que se producen a nivel molecular.
Sin embargo podemos hacer algunas observaciones clínicas que se derivan de la respuesta de las enfermedades repetitivas a la Terapia Nutricional.
Hemos observado que una correcta alimentación equilibra al sistema inflamatorio, haciendo que sea muy efectivo frente a los agentes infecciosos. Desaparece la híper-reactividad en las mucosas y el organismo responde sin casi necesidad de producir síntomas.
Los niños que enferman a menudo, no deberían ser tratados con fármacos anti-microbianos o anti-inflamatorios, sino que necesitan ayuda para equilibrar su sistema inflamatorio, que ha sido alterado por una deficiente alimentación.
Terapia Nutricional para resolver los desequilibrios del sistema inflamatorio
La mayoría de las enfermedades infantiles son inflamatorias y tienen una respuesta muy favorable a la Terapia Nutricional. Hay una respuesta terapéutica muy satisfactoria como consecuencia de los cambios que hemos realizado en su alimentación habitual.
Desde esta tribuna, os pedimos, tanto a los pediatras, como a los nutricionistas, como a los padres de niños que enferman repetidamente, que os iniciéis en Terapia Nutricional.
Desde los foros de Nutrición y Pediatría se está recomendando comer adecuadamente, con alimentos reales, no procesados. Alimentos frescos, de temporada, locales que en nuestra zona ha configurado a la Dieta Mediterránea Tradicional.
Aunque podéis llamarla como queráis. Lo importante es tomar los alimentos que corresponden a nuestra especie animal. Serán los que equilibren nuestro sistema inmunitario e inflamatorio.
Podéis leer algunos de nuestros artículos sobre Asma infantil y Catarros de repetición, en los que la aplicación de una Dieta Mediterránea Tradicional, proporciona los elementos defensivos suficientes para corregir estas patologías.
Ni siquiera os pedimos que suspendáis el tratamiento habitual. Sólo queremos que lo acompañéis de una alimentación de calidad, tal como nos instan los nutricionistas desde las redes sociales.
Autor: Fernando Calatayud Sáez
Pediatría Nutricional en Ciudad Real.
Trabajo codo a codo con una nutricionista, mi hija Blanca Calatayud.
Estamos estudiando la relación entre las enfermedades infantiles y el abandono de la Dieta Mediterránea Tradicional.
Dirección de la web y del blog: pediatríanutricional.com