¿Esperamos a estar enfermos? o ¿corregimos la alimentación? ¿Debemos esperar a tener catarros de repetición, otitis, asma infantil y sobrepeso para intervenir nutricionalmente?
¿Esperamos a estar enfermos? ¿Podemos entretenernos en disfrutar de la vida y olvidarnos de instalar murallas defensivas difÃciles de atravesar por los maleantes habituales?
¿No son necesarias las labores preventivas?
Que los alimentos que comemos tienen una importante influencia en nuestra salud, es algo que todo el mundo reconoce. Sin embargo la mayorÃa de la gente piensa en el largo plazo. En algo lejano de lo que no hay que preocuparse por ahora.
Nada más lejos de la realidad. Los alimentos para los que no estamos adaptados, desajustan nuestros sistemas metabólicos, inmunitario e inflamatorio. Dando lugar a un estado de labilidad metabólica e inmunitaria frente a los factores desencadenantes.
Se establece un estado pro-inflamatorio.
Si una plaza fuerte está bien pertrechada y tiene sus defensas bien distribuidas, no será fácil asaltarla. La respuesta a las agresiones externas será contundente y permitirá inutilizar a las fuerzas enemigas.
Si tenemos una plaza débil, con bastantes coladeros, mala coordinación de los agentes informativos y operativos y escasa vigilancia. No nos extrañará que cualquier banda de maleantes, que en circunstancias normales no se atreverÃan a entrar, encuentren motivos para invadir nuestro territorio.
La calidad de la dieta importa. No solo en las enfermedades de largo plazo, como el sobrepeso, la diabetes, las enfermedades cardio-vasculares, Alzheimer, cáncer, etc. También en las enfermedades de corto plazo como los catarros, las otitis, la rino-sinusitis, el asma infantil, etc.
La mejor manera de defenderse de la gripe y de los catarros que habitualmente afectan  a los niños es poniendo atención a lo que comemos en el seno de la familia. Eligiendo aquellos alimentos que nos proporcionan todos los nutrientes que necesita nuestro organismo.
¡No se cumplen las recomendaciones de las GuÃas Oficiales de Alimentación!
En la actualidad comprobamos que la mayorÃa de los niños no cumplen las recomendaciones de las GuÃas Oficiales de Alimentación. Muchas veces por errores en la interpretación y otras por la presión industrial. Se equiparan determinados productos de calidad con productos muy adulterados.
- A los tres meses de vida menos del 50 % de los niños siguen con lactancia materna, el resto toman leches industriales adaptadas. (Ver pediatrÃanutricional.com/8 errores en la alimentación del lactante/)
- En el segundo semestre de vida la mayorÃa de los niños no toman cereales completos e integrales preparados en casa, sino papillas comerciales con harinas de cereales refinadas, leche adaptada y alto contenido en azucares simples.
- En esta edad, la mayorÃa de los niños apenas toman proteÃnas y grasas de origen vegetal. Sin embargo hay un exceso de proteÃnas y grasas saturadas de origen animal. (lácteos, carnes, embutidos, pescados, huevos).
- Hay un exceso en el consumo de lácteos y derivados industriales. Contribuyen a elevar los niveles de azucares simples, proteÃnas animales y grasas saturadas de origen animal.
Se toman excesivos alimentos de origen animal y productos industriales
- Se toman excesivos alimentos de origen animal que en la actualidad se relaciona con el sobrepeso y la obesidad (estudio ALSALMA).
- La mayor parte de los productos industriales -diseñados para la infancia – como los derivados lácteos, galletas azucaradas, cereales de desayuno, bollerÃa industrial, batidos, zumos, etc., contienen gran número de ingredientes de baja calidad, además de conservantes y aditivos que junto con el bajo contenido de vitaminas y minerales contribuyen al deterioro del sistema inmune.
- Hay demasiadas sustancias extrañas o antigénicas que condicionan una sobrecarga excesiva del sistema inmunitario o defensivo. Esto se traduce en un agrandamiento notorio de las amÃgdalas y las vegetaciones.Â
No se puede comer de todo
A dÃa de hoy, ya no se puede decir aquello de «hay que comer de todo». Existen multitud de alimentos nuevos de mala calidad que no deberÃan formar parte del carrito de la compra de una familia saludable.
Especialmente durante la gestación y en el primer año de vida, un periodo de máximo desarrollo fÃsico, que debemos cuidar con los mejores nutrientes.
Sin casi darnos cuenta la industria ha ido copando la alimentación infantil del primer año. Rebajando notablemente la calidad de los alimentos que toman nuestros infantes.
Evitar los alimentos ultra-procesados
Al año de vida, la mayorÃa de los lactantes consumen de forma habitual alimentos muy procesados. Como la leche de vaca adaptada, yogures y queso fresco azucarados, papillas de cereales lacteadas de caja, potitos de verduras con carnes y papillas trituradas de frutas, galletas y cereales de desayuno muy azucarados, jamón cocido de baja calidad, etc.
En muchas ocasiones este tipo de alimentos suponen más del 80 % de la alimentación habitual del niño. ¡Esto es una barbaridad!
Dieta Mediterránea Tradicional en el primer año de vida
Llevamos algunos años investigando la aplicación de la Dieta Mediterránea Tradicional en las enfermedades recurrentes de la infancia, como el sobrepeso, la obesidad, el asma bronquial, los catarros de repetición, las complicaciones bacterianas frecuentes como otitis y sinusitis, los dolores abdominales, el estreñimiento, etc.
A todos los niños que acuden a nuestra consulta de pediatrÃa con problemas y enfermedades recurrentes les hemos propuesto realizar una dieta de calidad basada en la Dieta Mediterránea Tradicional y los resultados han sido muy favorables.
¿Por qué tenemos que esperar a que tengan sobrepeso o enfermen para actuar nutricionalmente? ¡No podemos esperar!
Nuestros estudios sobre Dieta Mediterránea Tradicional y enfermedades recurrentes de la infancia, nos han confirmado que una dieta de mala calidad conduce a la enfermedad.
SerÃa apropiado realizar una alimentación de calidad desde el nacimiento del niño. O mucho mejor desde el embarazo, para crear buenos hábitos y prevenir estas enfermedades antes de que ocurran.
No te preocupes de la salud, solo cuando el niño está enfermo. Cuando su escasa capacidad defensiva le lleve a la enfermedad y entonces asustados acudáis a consultar al pediatra, para que os  mande medicinas.
En este sentido es preferible que acudáis al dietista-nutricionista o a la enfermera-nutricionista o al pediatra-nutricionista. Que os expliquen cuál es la alimentación adecuada para los niños. También podéis explorar nuestra web de pediatrÃanutricional.com donde intentamos ayudaros a comer bien.
¡Somos lo que comemos!
Y si lo aplicas con atención, podréis comprobarlo en poco tiempo. Tus hijos se defenderán adecuadamente y os burlaréis desde las murallas de vuestra plaza fuerte de los maleantes que ocasionan las enfermedades habituales de la infancia.
Autor: Fernando Calatayud Sáez
PediatrÃa Nutricional en Ciudad Real.
Trabajo codo a codo con una nutricionista, mi hija Blanca Calatayud.
Estamos estudiando la relación entre las enfermedades infantiles y el abandono de la Dieta Mediterránea Tradicional.
Dirección de la web y del blog: pediatrÃanutricional.com