La Terapia Nutricional consiste en aportar al organismo todos los nutrientes que necesita para equilibrar y ajustar los mecanismos de regulación interna
Terapia oficial, convencional o farmacológica
Con la medicina oficial estamos acostumbrados al tratamiento farmacológico. Para cada enfermedad tenemos un fármaco que puede actuar sobre ella, y si no lo hay, se está investigando en ello.
Por lo general en la medicina oficial se hace un tratamiento de los síntomas o sintomático.
Si un paciente tiene dolor de cabeza se le da un analgésico para que no le duela, sin parar a preguntarnos que le ha motivado ese dolor.
Quizá fue un exceso de exposición al sol, o a la televisión, o a jugar con maquinitas, o un exceso de alimentos pro-inflamatorios.
Nuestro organismo está intentando decirnos que esa exposición no le es saludable, que no la repitamos, ya que no le sienta bien y nos manda un mensaje en forma de displacer y dolor.
La medicina farmacológica no entra en profundidades y soluciona el problema sin pestañear, con fármacos y medicamentos que alivian el dolor.
Pero entonces el organismo queda silenciado, ¡no lo hemos escuchado!, por lo que volveremos a reincidir en aquello que no nos va bien.
Empezará a hacerse habitual o crónico el dolor de cabeza, y tendremos que ir aumentando la potencia de los analgésicos, e incluso incorporando nuevos medicamentos más potentes que hagan callar a nuestro organismo, que al parecer no parece enterarse de la fiesta.
Cambiando el modelo farmacológico a Terapia Nutricional
Y si cambiamos el modelo de actuación, y si escuchamos lo que nuestro organismo nos quiere trasmitir con los mensajes que nos envía.
Y si en lugar de interferir en su plan de curación, nos posicionamos en su misma dirección. Y si nos alineamos con la Vix medicatrix naturae o «Fuerzas auto-curativas de la naturaleza».
Un analgésico actúa interfiriendo en los complicados mecanismos del sistema inflamatorio, para que la inflamación no se produzca, y por tanto no surja el dolor.
Pero entonces no hay inflamación, está se detiene, se inutiliza el mecanismo reparador del organismo.
Suprimimos su sistema curativo. Desautorizamos su gestión de la enfermedad. Nos enfrentamos a él. ¿Seguro que sabemos lo que hacemos?
Y si nos ponemos de su parte y si le damos al organismo todo lo que necesita para realizar el proceso curativo.
Tendríamos que analizar su lenguaje y lo que nos quiere decir con sus síntomas u otros avisos.
En el caso del dolor de cabeza, tendríamos que suspender la exposición a los agentes precipitantes como el exceso de sol, de televisión, de maquinitas, etc.
A continuación hay que solucionar las alteraciones que una mala alimentación ha ocasionado en la regulación del sistema inflamatorio.
Una mala alimentación desajusta los sistemas de auto-curación internos, haciéndolos híper-excitables, con una híper-respuesta a estímulos que no deberían ocasionar molestias.
Si ajustamos estos mecanismos y favorecemos sus engranajes para que tengan una respuesta efectiva, el dolor de cabeza u otros síntomas desaparecerán espontáneamente.
Una vez detectados los errores del estilo de vida, o factores desencadenantes que están ocasionando alteraciones en el organismo, podríamos actuar con Terapia Nutricional, realizando los cambios alimenticios que nos permitieran ajustar los sistemas de regulación interna.
En realidad nuestra propuesta es muy sencilla, únicamente es preciso alimentarse tal como ha dispuesto la madre naturaleza.
Tal como corresponde al diseño de nuestro organismo, tras haberse adaptado en el transcurso del tiempo a los alimentos que corresponden a nuestra situación en la escala biológica.
Nuestros genes se han ido modelando de acuerdo a los alimentos que estaban disponibles para nuestra especie desde hace millones de años.
Esta alimentación no puede ser modificada alegremente, si nuestros genes que regulan todos los sistemas internos, no han evolucionado y no son capaces de dar las órdenes adecuadas para asimilar nuevos tipos de alimentos.
La ascensión del hombre en la escala animal, nos ha hecho poderosos y quizá hemos creído, en un alarde de vanidad, que podemos comernos todo, absolutamente todo, hasta hacer peligrar no solo nuestra salud, sino la salud de todo el planeta.
Si tuviéramos un animal de compañía en nuestra casa, y mostrara signos de enfermedad, os extrañaría que alguien os dijera que este animal está enfermo porque no está comiendo lo que le corresponde para su especie.
¡Cómo vamos a darle queso o jamón a un pajarito o a un canario!, aunque sean alimentos con muchas proteínas y de la mejor calidad.
Terapia Nutricional
A partir del establecimiento del Informe Nutricional, podremos realizar la Terapia Nutricional, que nos ayudará a resolver el problema de fondo que ocasiona cada una de las enfermedades.
Hacer cambios en el estilo de vida y en particular en la alimentación no es nada sencillo.
Estamos acostumbrados a comer de una manera y no es sencillo hacer cambios que trastoquen nuestros hábitos. Por esta razón hemos desarrollado la consulta-programa de Pediatría Nutricional.
Necesitamos de tu colaboración y de tu empeño para la realización de cambios alimenticios.
A algunas personas les cuesta mucho cambiar de hábitos, por lo que tendremos que hacerlo con sumo cuidado, respetando sus dificultades, estimulando sus logros y finalmente llegando a acuerdos alimenticios.
Todo nuestro programa está basado en la Dieta Mediterránea Tradicional, bien conocida por nuestra población, y que además de ofrecer una enorme calidad de productos, es una de las más agradables al paladar, por lo que esperamos que su puesta en marcha sea lo más satisfactoria posible.
EJEMPLOS DE TERAPIA NUTRICIONAL
Te vamos a mostrar algunos ejemplos de cómo tratamos en nuestra consulta de Pediatría Nutricional a los pacientes con enfermedades recurrentes.
Te presentamos dos casos clínicos de niños que fueron atendidos en la consulta de Pediatría Nutricional, para que podáis ver la dinámica que seguimos y que es muy diferente a la que estamos acostumbrados con la medicina farmacológica.
Jesusete, tosedor y asmático
Tiene 2 años y medio y entre sus familiares, solamente su padre recuerda haber tenido un poco de asma en la infancia.
A los 6 meses tuvo un episodio de tos irritativa y fatiga intensa, que le ahogaban por lo que tuvieron que ingresarle en el Hospital con el diagnóstico de Bronquiolitis.
¡Desde que acude a la guardería no levanta cabeza!
Siempre está costipado y además tiene una tos irritativa exagerada, que le hace vomitar, parece que se le van a saltar los ojos, tiene una fatiga intensa con pitos y ruidos respiratorios, como si fuera un fumador o un anciano y no puede dormir bien por la noche.
Mejora cuando se le aplican fármacos anti-inflamatorios como la budesonida (corticoide) y bronco-dilatadores como el salbutamol.
!Ha tenido siete episodios de crisis asmática desde hace un año. Ha acudido a Urgencias en 2 ocasiones¡
Ha sido diagnosticado por su pediatra de “Sibilantes recurrentes” o «Asma infantil», y está acudiendo a la “Unidad de Asma” del Hospital General.
Tiene tratamiento farmacológico preventivo y continuo con budesonida dos veces al día desde hace tres meses.
Tras acudir a la consulta de Pediatría Nutricional, se le propone realizar un Informe Nutricional.
Resumen del Informe Nutricional
¡Jesusete come muy mal!
Hay muchas cosas que no le gustan, y sus padres le dan aquellos alimentos que no van a ofrecer resistencia.
- Exceso de hidratos de carbono refinados y azúcar. Alto índice glucémico.
- Exceso de proteínas de origen animal.
- Exceso de grasas saturadas y ácido araquidónico.
- Déficit de ácidos grasos poli-insaturados ω-3 y ω-6 de origen vegetal.
- Exceso de comida industrial.
- Escasez de fibras.
Diagnóstico clínico-nutricional:
Híper-reactividad bronquial por alteración de los mecanismos inflamatorios bronquiales.
Terapia Nutricional:
Se propone la Dieta mediterránea Tradicional, haciendo especial énfasis en corregir algunas desviaciones. Se recomienda especialmente:
- Cereales preferiblemente integrales o completos.
- Aumentar el consumo de frutas y verduras.
- Lácteos: Preferentemente fermentados y desnatados (yogurt y queso)
- Disminuir el consumo de alimentos de origen animal, en especial leche, carne y embutidos. Limitar alimentos de origen industrial.
Evolución:
- Mejoría evidente a los 4 meses. Dos cuadros catarrales y una crisis leve de híper-reactividad bronquial. Se suspende tratamiento farmacológico.
- Al año, remisión de la híper-reactividad bronquial y los catarros se hacen infrecuentes y de baja intensidad.
- ¡Alto grado de satisfacción de los padres!
Pedrito, dolor de oídos frecuentes
Tiene 2 años y un mes. En su familia no hay antecedentes de problemas de oído.
¡Desde que acude a la guardería no ha dejado de ponerse malo!
¡Sus padres dicen que no ha dejado de tener mocos desde que nació!
Ha tenido en el último año más de 12 episodios catarrales contabilizados.
A menudo se le complica con Otitis media aguda, con un intenso dolor en los oídos, fiebre alta y gran postración del estado general.
En otras ocasiones se le ha diagnosticado de Rino-Sinusitis aguda, tras tener mocos persistentes que le asfixiaban por la noche y le producían tos que le impedía dormir adecuadamente.
En total 5 otitis y 3 Rino-sinusitis que han precisado el uso de antibióticos. Ha acudido a urgencias en 5 ocasiones.
Su pediatra le ha diagnosticado de «Otitis media recurrente» y le ha enviado al otorrino por sus frecuentes recaídas y este le ha puesto un tratamiento con estimulantes de las defensas, y una auto-vacuna pero no parece que tengan efecto positivo.
Está pendiente de intervención quirúrgica para operarle de las amígdalas, las vegetaciones, y la colocación de drenajes trans-timpánicos.
Tras acudir a la consulta de Pediatría Nutricional, se le propone realizar un informe Nutricional.
Resumen del Informe Nutricional:
¡Pedrito come muy poco y es muy caprichoso!
Hay muchas cosas que no le gustan. No prueba las frutas ni las verduras.
- Exceso de hidratos de carbono refinados y azúcar. Chucherías y bebidas azucaradas industriales a diario.
- Exceso de proteínas.
- Exceso de grasas saturadas y ácido araquidónico.
- Déficit de ácidos grasos poli-insaturados.
- Déficit de vitaminas y minerales.
- Exceso de lácteos.
- Escasez de fibras.
- Escasez de agua.
Diagnóstico clínico-nutricional:
Catarros de repetición con complicaciones bacterianas frecuentes, por Insuficiencia del sistema defensivo o inmunológico.
Terapia Nutricional:
Se propone la Dieta mediterránea Tradicional, haciendo especial énfasis en corregir algunas desviaciones. Se recomienda especialmente:
- Aumento del consumo de agua natural
- Cereales integrales (pan y pasta integral, bollos caseros…)
- Aumentar consumo de frutas, verduras, hortalizas y legumbres
- Limitar el consumo de bebidas industriales y chucherías
- Lácteos: Preferentemente fermentados y desnatados (yogurt y queso)
- Disminuir el consumo de carnes y embutidos
Evolución:
- Mejoría evidente a los 4 meses. Dos cuadros catarrales y una otitis catarral leve que se resolvió sin antibióticos
- El resto del año no volvió a tener complicaciones bacterianas. Catarros poco frecuentes y de baja intensidad.
- ¡Alto grado de satisfacción por parte de los padres!
