Alimentos frescos y crudos como las frutas, las verduras, las hortalizas y los frutos secos, deberían alcanzar hasta el 25-50 % de los alimentos consumidos
- Cómo se deben repartir los alimentos a lo largo del día y con qué frecuencia
- En el desayuno se tomará fruta obligatoriamente y se podrá tomar fruta a lo largo de todo el día
- Frutas, verduras, hortalizas y setas
- Frutos secos, semillas y aceite
- Cereales y legumbres
- Carnes y embutidos. Pescados y mariscos
- Lácteos y derivados. Huevos
La Dieta Mediterránea Tradicional es una dieta completa y bien estructurada, rica en hidratos de carbono no refinados, de bajo o moderado índice glucémico, abundante en fibra, así como en alimentos reguladores como las vitaminas y los minerales. Con un porcentaje notable en proteínas y grasas de origen vegetal.
Al menos del 25-50 % de los alimentos consumidos, deberían ser “crudos” o alimentos “vivos” no procesados. Son muchos los miles de años en que los seres humanos, han tomado exclusivamente alimentos frescos, recién cogidos, “crudos”, como para no tomarlo en consideración.
El fuego se inventó en época relativamente reciente en comparación con nuestra edad histórica. Y somos el único animal sobre la tierra, que toma los alimentos cocinados y modificados por el calor o en “conserva”.
Todavía no se conocen todas las propiedades de los alimentos “crudos”, pero continuamente se están descubriendo nuevas propiedades. Se podrían destacar dos muy importantes:
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El alto contenido en “Agua biológica”; La mayoría de los alimentos crudos contienen agua destilada por las células vivas, distintas del agua mineral que se obtiene en los manantiales. Cargadas de enzimas, vitaminas, membranas, organelos celulares, material genético, microorganismos saprofitos y minerales en estado de ser reutilizados óptimamente por el organismo.
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Nutrientes de Calidad, como hidratos de carbono complejos, ácidos grasos poli-insaturados omega 3 y omega-6, aminoácidos de origen vegetal y minerales que pueden ser destruidos o alterados por el calor o por los modernos métodos de conservación. Esto no sucede cuando los alimentos se toman “crudos”. A fin de preservar la máxima calidad de los alimentos, se procurará cocinar a fuego lento, para no dañar la estructura de los nutrientes, evitando temperaturas superiores a los 110º C.
En el desayuno se tomará fruta obligatoriamente y se podrá tomar fruta a lo largo de todo el día
La fruta es uno de los alimentos más importantes en la nutrición humana; Nuestros más lejanos antepasados –los homínidos- basaron su alimentación en la fruta y quizás sea el alimento al que mejor estemos adaptados.
Su digestión es la más rápida, apenas pasan veinte o treinta minutos en el estómago y termina de ser digerida en el intestino delgado.
Posee casi todos los nutrientes esenciales y su contenido en “agua biológica” es el más alto. Más del 80 a 90 % de la fruta es “agua biológica”, es decir agua “viva”, destilada por los frutales, con un alto contenido en energía vivificante, muy distinta del agua de los manantiales.
Además del contenido en agua, los hidratos de carbono son los nutrientes principales de la fruta (90 %), destacando la sacarosa, la glucosa y la fructosa, que son la principal fuente de energía del ser humano. También tienen una pequeña cantidad de aminoácidos de alta calidad y trazas de ácidos grasos. Hay que añadir una considerable cantidad de nutrientes reguladores como vitaminas, minerales y antioxidantes.
Cuando hablamos de fruta, nos referimos a ella únicamente en estado natural: cruda y fresca. Si ha sido cocinada, probablemente habrá perdido gran parte de sus cualidades.
Y lo mismo es aplicable a los zumos elaborados por la industria, donde a menudo se les añade azúcar, aditivos y también han sido sometidos a altas temperaturas (pasteurización) para mejorar su conservación y su fecha de caducidad, pero que han podido alterar sus propiedades.
Tomaremos fruta para desayunar y también durante el resto del día.
Frutas, verduras, hortalizas y setas
Se tomarán todas las frutas, verduras, hortalizas y setas que se quieran, sin restricciones. Tienen un alto contenido en “agua biológica”, en hidratos de carbono complejos con abundante fibra y abundantes nutrientes reguladores, como las vitaminas, los antioxidantes y los minerales.
Las frutas se podrán tomar a cualquier hora del día siendo las horas más recomendadas la del desayuno, media mañana o merienda y la cena. Por su efecto saciante también es muy recomendado tomar la fruta antes de la comida para evitar comer más cantidad de la debida y para evitar comer muy deprisa.
Además es más fácil que el niño tome la fruta mejor cuando tiene apetito que después de comer cuando ya ha comido y se encuentra saciado.
La mejor manera de tomar las verduras será en forma de “ensaladas crudas”, con todo tipo de verduras y hortalizas, añadiendo frutos secos laminados o espolvoreados según la edad, cuadraditos de frutas, arroz, legumbres, maíz dulce, brotes tiernos, trocitos de queso, salmón, aceitunas, etc.
Son también muy interesantes los gazpachos como el andaluz, las cremas de verduras y frutas como el guacamole, o el humus de garbanzos o berenjenas o los diversos licuados de frutas y verduras.
Algunas verduras se podrán cocinar con fuego controlado con los condimentos habituales de nuestra cocina, como la cebolla, el ajo y el perejil, además de todas las especias de origen vegetal, que en nuestro entorno mediterráneo son muy abundantes.
La patata se permitirá cocida o asada en pequeñas cantidades por su alto índice glucémico. Se limitarán las patatas fritas.
Frutos secos, semillas y aceite
Los frutos secos son alimentos muy completos y energéticos, sobre todo “crudos”, con un fuerte contenido en proteínas y ácidos grasos de alta calidad, por lo que deben tomarse con frecuencia, al menos un puñado todos los días de la semana y si no tenemos problemas con el sobrepeso, será preferible tomar dos o más veces al día.
A los niños menores de tres años, solo se les puede dar frutos secos molidos, por el peligro de atragantamiento.
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Almendras, avellanas, nueces, piñones, anacardos, cacahuetes, pistachos…etc.
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Semillas de lino, sésamo, amapola, pipas de girasol…etc. que se pueden añadir a las ensaladas, o recubrir el pan, los bollos, etc.
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Preferentemente aceite de oliva virgen extra, que se pueden añadir a las ensaladas o cocinar con él, cuidando de no dañarlo con altas temperaturas.
Cereales y legumbres
Se podrán tomar todo tipo de cereales integrales, que tienen un alto contenido en fibras vegetales, ricos en vitaminas, como el pan integral, pasta integral y arroz integral. Tienen un índice glucémico más bajo que los cereales refinados.
Es preferible siempre que se pueda, granos recién triturados frente a la harina almacenada, que habrá perdido gran parte de su valor nutricional.
Crédito de la imagen: David Castro Rodríguez vía Compfight cc