¿Somos omnívoros los seres humanos? Alimentos de origen vegetal frente a los de origen animal en las dietas tradicionales y en particular en la Dieta Mediterránea Tradicional
- ¿Qué comían los primeros homínidos?
- Inicialmente los homínidos fueron crudívoros vegetarianos
- El descubrimiento del fuego
- Confluencia de las tres principales culturas históricas
- ¿Los seres humanos somos omnívoros? ¿Podemos comer de todo?
- La alimentación híper-proteica. Los nuevos ricos
- La base de la alimentación es el Reino vegetal y el Reino animal es prescindible o asimilable con moderación.
¿Qué comían los primeros homínidos?
No disponemos de documentos escritos ni pistas suficientemente fiables para saber con exactitud que comían los hombres del paleolítico y del Neolítico.
Solo a través de la paleo-antropología, se pueden deducir cuales fueron los alimentos que nutrieron a nuestros ancestros. Todo está muy confuso y se cambian las hipótesis, a medida que se hacen nuevos descubrimientos en los yacimientos fósiles.
Inicialmente los homínidos fueron crudívoros vegetarianos
Todo parece indicar que los primeros homínidos fueron crudívoros vegetarianos, es decir que comían todo crudo -tal como lo ofrece la naturaleza- como la mayoría de los primates y preferentemente del Reino Vegetal.
Eran particularmente comedores de fruta y brotes tiernos de vegetales, hasta que se bajaron de los arboles. Al hacerse bípedos, y gracias al manejo de las manos accedieron al consumo de plantas y arbustos de las planicies, como cereales, semillas, tubérculos y bayas.
Con la evolución de la especie, fueron introduciendo alimentos de origen animal, aprovechando el tuétano de los huesos de presas que habían sido devoradas por los animales carnívoros y que estos dejaban abandonados por no poder utilizarlos.
Más adelante desarrollaron técnicas de caza, aunque no se sabe con precisión qué importancia tenían estos alimentos en el conjunto de la dieta paleolítica. Al parecer hubo dos líneas principales representadas por el cazador-recolector y otra por el agricultor-recolector.
El descubrimiento del fuego fue otro hito importante, se aprendió a manejar hace unos 200.000 años, relativamente poco tiempo si lo referimos a la evolución de la especie humana. Esto quiere decir que antes de esa época, todos los alimentos se consumían crudos, incluso la carne animal.
Los primeros indicios de artilugios de cocina, como pucheros o marmitas para cocer o preparar los alimentos, son muy recientes, de hace menos de 10.000 años, ya en el Neolítico.
Asimismo en este periodo surgió el nacimiento de la agricultura y la ganadería, se incremento el uso culinario del fuego, y se establecieron las bases de la cocina actual.
Con la aparición de la escritura comienza la historia propiamente dicha, por lo que basándonos en los indicios y documentos que estas culturas “civilizadas” nos dejaron, se puede hacer una mayor aproximación para conocer las bases de su alimentación.
Confluencia de las tres principales culturas históricas
Hay tres grandes culturas ancestrales cuyas dietas tradicionales tienen bastantes puntos en común y pueden ayudarnos a definir cuál es la Dieta Patrón del ser humano. Son la cultura mediterránea, la cultura de los países asiáticos y la cultura americana pre-hispánica.
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Todas ellas están basadas en la utilización preferente de alimentos frescos de origen vegetal, con reducidas aportaciones de nutrientes de origen animal e industrial.
La coincidencia en la estructura alimenticia básica de estas tres grandes culturas, tremendamente separadas geográficamente, nos ponen en la pista, de cuál ha sido el modelo de nutrición seguido por el género humano.
¿Los seres humanos somos omnívoros? ¿Podemos comer de todo?
Todos los animales se han especializado en el consumo de alimentos propios del hábitat donde se han desarrollado y evolucionado. Los animales herbívoros se han especializado en comer plantas herbáceas, los animales carnívoros en la predación de otros animales. Los animales omnívoros son aquellos que comen del reino vegetal y animal.
Con el acceso al trono de la especie humana, a ser los más poderosos de todos los animales, hemos creído falsamente que podíamos «comer de todo».
Evolutivamente somos de la familia de los primates, y algunos de ellos como los chimpancés tienen hasta un 98 % de genes similares a los humanos.
Los animales como el oso, los mapaches, que han sido definidos como omnívoros, tienen una anatomía diferente a la nuestra, más parecida a la de los animales carnívoros.
Nuestra familia natural y nuestro organismo están diseñados especialmente para el Reino Vegetal, aunque con la evolución del homo sapiens y el acceso a otros hábitats, hemos podido adquirir ciertas capacidades para los alimentos de origen animal. No hablamos sólo de la digestión de los alimentos, sino también de la asimilación de los nutrientes.
La alimentación híper-proteica. Los nuevos ricos
En las culturas tradicionales, el consumo de alimentos de origen animal era escaso e incluso nulo como en el caso de la cultura india, o en la cultura vegetariana.
En la cultura mediterránea se consumían a modo de complemento o “condimento”, en pequeñas porciones que se añadían al puchero. Los alimentos de origen animal eran un privilegio de las personas pudientes o ricas. Simplemente no había disponibilidad.
Con los actuales sistemas de producción intensiva del ganado, y con el aumento de los salarios, la mayoría de la población tiene acceso a una mayor cantidad de alimentos de origen animal, que antes solo podían comprar los ricos. Nos hemos hecho ricos y comemos mucha más carne y otros productos de origen animal.
Nuestro organismo no parece preparado para este tipo de alimentación y cada vez se relaciona más este hecho, con las enfermedades de la civilización occidental.
La base de la alimentación es el Reino vegetal y el Reino animal es prescindible o asimilable con moderación
Las dietas tradicionales parecen que confirman esta impresión, dando prioridad al Reino Vegetal y utilizando el Reino Animal a modo de condimento o en pequeñas porciones. En todo caso es posible que según la raza de los individuos y su hábitat, estemos más o menos evolucionados en la asimilación de los alimentos de origen animal.
No parece razonable que podamos “comer de todo” sin que ello suponga una sobrecarga para nuestro organismo o el inicio de problemas de salud por inadaptación a los materiales consumidos.
Hay que escoger para comer lo que la naturaleza ha destinado a nuestro nicho ecológico, y solo de esta manera podremos gozar de una envidiable salud, al tiempo que respetamos los demás nichos ecológicos y salvaguardamos la salud del resto de los habitantes de la Tierra.
Un fuerte abrazo.
Autor: Fernando Calatayud Sáez
Pediatría Nutricional en Ciudad Real.
Trabajo codo a codo con una nutricionista, mi hija Blanca Calatayud.
Estamos estudiando la relación entre las enfermedades infantiles y el abandono de la Dieta Mediterránea Tradicional.
Nunca la Pediatría y la Nutrición estuvieron tan cerca.
Dirección de la web y del blog: pediatríanutricional.com
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